miércoles, 6 de noviembre de 2013

Locos del asfalto

Los sueños, sueños son, que diría alguno. También puede ser que mi mente de escritor se deje llevar por fantasías extrañas. Quizá. Sin embargo, creo que a todos, de vez en cuando al menos, nos hubiese gustado ser un tipo duro. Uno de esos que entra en el bar, reparte a diestro y siniestro y se queda con la chica guapa. Si, además, a nuestras fantasías añadimos una moto tan bonita como grande y carreras ilegales, tenemos el juego del que voy a hablaros hoy: Road Rash. Es una saga, aviso, de la que sólo he jugado al de la primera Playstation y, lógicamente, a este portátil. Con esos dos tengo suficiente. De hecho, con el de Gameboy me sobra, porque el de sobremesa no me entusiasmó tanto.

Su estado de conservación no es para tirar cohetes, pero al menos lo conservo completo...


Lo dicho. Estamos ante un arcade puro y duro de carreras ilegales de motos. Tendremos que competir contra los tipos más malos habidos y por haber para ganarnos el respeto y ser los reyes del mambo. A cadenazo limpio, además. Nada de consideraciones con el rival: hay que tirarlos a todos. Cuanto antes, mejor. Así podremos tener una carrera tranquilita y seguir ganando dinero para comprarnos motos cada vez más potentes. En esto consiste Road Rash, no hay más.

En la SP no carga: tuve que tirar de mi vieja Gameboy Color.

Tiene cosas malas, bastantes de hecho. A nivel gráfico es bastante simple. Tampoco las músicas y efectos son nada del otro mundo, pero cumplen con su cometido. Aunque el punto más negativo es que los circuitos son prácticamente iguales y, echada una carrera, las has corrido todas. También es cierto que la dificultad tiene sus picos, pero en general el juego es sencillo y te haces con la dinámica desde la primera curva. No obstante y, sin que sirva de precedente, esto no importa en exceso, porque el juego engancha de manera terrible y te meterá el gusanillo de querer ganar todas las carreras hasta conseguir la moto más potente del catálogo. Si consigues meterte por completo en la historia, te sentirás como el tipo duro del que hemos hablado al principio: los demás moteros se habrán convertido en tus más acérrimos enemigos.

Aquí los mil y un códigos (¡esa moto Diablo!), prueba inequívoca de mi enganche...

En definitiva, otra joya más de mi adolescencia más tierna. Uno de esos juegos que disfruté muchísimo a pesar de todas sus carencias. Problemas que, en este caso, solventa con una jugabilidad a prueba de bombas. Como no podía ser de otra forma, ocupa un lugar especial en la estantería junto a Darkwing Duck y Wario Land, del que os hablaré en otra ocasión.

Una pena no conservarlo todo en mejor estado, ¡pero bueno!


Un saludo, retroconsoleros.

8 comentarios:

  1. Nunca probé la versión de Game Boy, pero el de Mega Drive es uno de los mejores juegos de motos de la consola, solo superado por su segunda parte.

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    1. Como le he dicho a Luis, el de Gameboy es igual pero con gráficos de la consola.

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  2. Pos a mi nunca me han parecido nada del otro mundo ningun road rash...

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    1. Como arcade de motos, creo que es una opción muy buena ;)

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  3. A mi tambien me encanta Road Rash, de hecho es mi juego de motos favorito. Solo jugue a las versiones de Mega y PSX y me parecieron muy buenos y entretenidos ambos.
    Si veo el cartucho de Game Boy por ahi no dudare en añadirlo a mi coleccion puesto que seguro da la talla.

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    1. De hecho, diría que son iguales pero con gráficos mejorados.

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  4. Road Rash era brutal ¿Que otro juego te ofrecía carreras y la posibilidad de partir la cara a tus rivales?

    EL que mas me gusto fue el de PSX/PC que fue al que mas horas le eche.

    Después sacaron algunos en 3D pero no eran lo mismo.

    No sabia que existía una versión de Game Boy. Me la apunto para probarla a ver que tal.

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  5. Yo también soy fan de los originales (de megadrive) y de un par de los tres que salieron para PSX, pero me parece muy meritorio que hubiese versión de GB (esta y la de Master son muy desconocidas), y más teniendo en cuenta que hasta la N64 era la única versión del juego para una consola de Nintendo.

    Confieso que sólo he probado una partida rápida, pero algún día lo jugaré más a fondo…un saludo!

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